Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.
-Salmos 90:12
La vida es suficientemente dura para desafiarnos a cargar con ella, bastante empinada para retarnos a escalarla e inmensamente complicada para aprender a vivirla. Una vez que hemos aprendido a ser niños nos damos cuenta que ya no lo somos para entonces enfrentarnos a la inhóspita jungla de la adolescencia y cuando creemos ser capaces de sobrevivirla, ya somos unos adultos a quienes cada día se les hace más complicado aprender, por lo tanto más difícil "ser felices".
Pensé que tal vez un perro de felpa, podría satisfacer el anhelo de mi pequeña hija, y aunque sí lo hizo, su efecto duró tan poco, que en un par de meses no cabía un peluche más en su cuarto; comenzó entonces a desarrollar problemas respiratorios por causa de una alergia y lo que había sido solo un anhelo ya se había transformado en desconsuelo; hasta que tuve aquella grandiosa idea de comprarle una tableta donde pudiera pasar todo el día mirando videos de perros de todas las clases; ya alcanzarán a imaginarse los efectos secundarios que tan ingeniosa idea produjo en su salud física y nuestra salud relacional.
Tal vez hemos estado pagando un alto precio por momentos de felicidad que “valen la pena” pero que al sumarlos resultan realmente en haber pagado 10 veces el valor de un "perro de verdad", sin contar los efectos secundarios. La felicidad más que la actitud con que se debe enfrentar la vida, es la consecuencia de saber vivirla; en sus emocionantes momentos y en sus grandes desafíos, en el confortable suspiro, el estridente alarido, la disimulada carcajada y la inevitable lágrima. Creo que hemos pasado por todas éstas, y precisamente son la plataforma en donde se codifica la felicidad, "en lo que tengo y no en lo que falta".
El apóstol Pablo conoció por experiencia directa la admiración y el reconocimiento, pero también el odio y el desprecio; conoció así mismo todas las posibilidades del "tener": "tenerlo todo, tener todo lo suficiente y tener necesidad de todo". Pero una vez accede a la plataforma de la felicidad, mediante conocer la verdadera manera de vivir, aquel único y maravilloso plan de vida que el Creador de la vida misma ha establecido, él dice: “he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:11-13). Aprende a vivir de tal modo que traiga alegría a tus días, busca el plan de vida que Dios tiene para ti, invierte en ello, Sé Feliz!
Oración
Gracias Señor porque en tu presencia hay plenitud de gozo, eres suficiente para que mi vida en ti tenga un destino y propósito. Me enseñas cada día con todos los desafíos de vivir a estar seguro que nada puede ser mejor que tu plan para mi. Ayúdame para tener un corazón agradecido disfrutando, enfrentando cada experiencia sin soltarme de tu mano. Te amo Cristo!
Felicidad!... A Qué Precio? | Devocionales Cristianos | ALTAR en Español
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