Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
— Juan 8:12 —
En un periodo de menos de 3 décadas se ha redefinido la manera en que los seres humanos se comunican, interactúan, se informan, investigan, crean, se divierten… la realidad es que vivimos en una era digital, hoy más evidente que nunca en la historia, estemos o no estemos apercibidos de
ello, estemos de acuerdo o no. A la iglesia le ha sido asignada la tarea de compartir el Evangelio, llevar el mensaje de Cristo al mundo, haciendo discípulos de todas las naciones. Los cristianos han estado en esta tarea desde hace más de 2.000 años, y ahora estamos testificando un resurgimiento de la Gran Comisión y el auge de una nueva generación de cristianos con herramientas, plataformas y oportunidades que las anteriores generaciones de cristianos no podían haber imaginado. Si bien las herramientas digitales como los blogs, redes sociales, y todas las plataformas disponibles para comunicar el mensaje de Cristo son de gran beneficio para cumplir dicha tarea, debemos estar atentos a los peligros y las seducciones del mundo digital, conscientes de que cada nueva tecnología puede utilizarse tanto para el bien como para el mal. La palabra de Dios enseña en 1 Corintios 10:23 «Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo.
Ser un “influencer” y tener miles de seguidores no es malo en sí mismo, lo que verdaderamente le da sentido a dicha influencia es la razón por la cual lo haces. La invitación es a evaluar tus prioridades, definir tus motivaciones, conocer dónde está tu corazón y ser más seguidores de Cristo en vez de querer más seguidores… Cuando somos intencionales en seguir primero a Cristo como nuestro modelo, podremos llevar esperanza a las personas que nos rodean, porque Él es la luz del mundo.
En tu devocional de hoy, te invito a que reflexiones acerca de tus hábitos y la manera en que interactúas con las demás personas en esta era digital. Estoy cumpliendo esa asignación que tenemos todos los cristianos? Estoy siendo de influencia en mi comunidad para mostrar la luz de Cristo? Tu testimonio es único y si lo pones en manos de Dios, seguramente Él lo usará como un instrumento de edificación para muchos. Deuteronomio 13:4 nos recuerda: “Solamente al Señor tu Dios debes seguir y rendir culto. Cumple sus mandamientos y obedécelo; sírvele y permanece fiel a él."
Oración
Señor, quiero seguirte y poder mostrar tu luz a las personas que me rodean, para que así como yo te sigo, ellos también sean tus seguidores y hallen tu luz. Capacítame en todo lo bueno para hacer Tu voluntad. Y que por medio de Jesucristo cumplas en mi lo que a ti te agrada. A ti sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. (Hebreos 13:20-21)
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