Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos
-Salmos 145:4-
Hace años, enseñé una lección sobre la oración a nuestros niños de primaria en la iglesia. Estábamos hablando de Dios respondiendo a la oración y les conté historias sobre un par de veces cuando oré por mis hijos. Como la vez que oré para que a mi hija Emily se le asignara una maestra de tercer grado que entendiera su estilo de aprendizaje único y su motivación para aprender. Creo que pedí una maestra que fuera "maternal". ¡Imagínense mi sorpresa cuando descubrí que su maestro para el próximo año sería un hombre llamado Eddie Palmer! Al final resultó que, el Sr. Palmer era exactamente el tipo de maestro que Emily necesitaba Y pasó al siguiente grado, a su clase,siendo su maestro durante dos años. Fue una transformación para ella académicamente y me causó una gran impresión sobre la sabiduría y la gracia de Dios al responder a nuestras necesidades.
Luego estuvo el momento en que oré para que mi hija Brittany consiguiera cierto trabajo que parecía perfecto para ella. Estaba casi tan devastada como ella cuando no consiguió el trabajo y luché para ayudarla a tener fe en que Dios, de hecho, estaba trabajando en su nombre. Unas semanas más tarde, la persona a la que se le había dado el trabajo, renunció y Brittany fue contratada de inmediato. ¡Los niños de la clase estaban tan interesados! Les pregunté si hubo un momento en que Dios había respondido la oración en sus vidas. Les tomó un tiempo hacer la conexión entre las oraciones de sus padres o sus propias y los eventos que siguieron, pero una vez que se hizo la conexión, ¡las historias siguieron llegando!
Es nuestra responsabilidad enseñar a la "próxima generación" las obras poderosas de Dios. Incluso si no eres un maestro de profesión, impactas a las generaciones más jóvenes cuando das testimonio de las cosas poderosas que has visto a Dios hacer en tu vida. ¡En su tiempo de reflexión de hoy, recuerde algunas de esas “maravillas” y prepárate estando listo para contar la historia!
Oración
Señor, ayúdame a recordar y contar las maravillas que has hecho por mí personalmente. Hazme valiente al darte la gloria por las formas en que mi vida ha sido tocada y transformada por esas poderosas obras. En el nombre de Jesús, Amén.
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