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Desesperado y Determinado

Writer's picture: Pastor KarenPastor Karen

"Levantándose de allí, Jesús se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa, no quería que nadie lo supiera, pero no pudo pasar inadvertido; sino que enseguida, al oír hablar de Él, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a Sus pies. La mujer era gentil, sirofenicia de nacimiento; y le rogaba que echara al demonio fuera de su hija.

Y Jesús le decía: «Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos». «Es cierto, Señor», le dijo ella; «pero aun los perrillos debajo de la mesa comen las migajas de los hijos». Jesús le dijo: «Por esta respuesta, vete; ya el demonio ha salido de tu hija». Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada en la cama, y que el demonio había salido."

-Marcos 7:24-30 (NBLA)

 

Personalmente considero esta historia como una de las más inspiradoras en la Biblia tal vez por poder identificarme con la desesperación de esta mujer al buscar la curación de su pequeña. Tengo dos hijas, por eso comprendo el amor de madre que llevaría a esta mujer a buscar todas las oportunidades para ver a su hija completamente sana.

Yo creo también que su persistencia al buscar un acercamiento a Dios es una lección para nosotros. En lugar de darse por vencida al primer desafío a su petición, siguió adelante, convencida que Jesús, ante quien estaba, tendría compasión de ella y su pequeña aunque Sus palabras no fueran particularmente alentadoras. Cuanto más cerca estemos de Jesús mejor capacidad tendremos de discernir lo que Él quiere para nosotros. Ella estaba de pie frente a Él, mirándole a la cara. Aunque Sus Palabras parecen duras al verlas escritas con tinta en una página, la expresión de Su rostro debe haberle dado la esperanza necesaria para continuar su misión.

Luego tenemos su ejemplo de humildad y gran fe. Siendo “gentil” (persona no perteneciente al pueblo Judío), el hecho de que en efecto Jesús se refiriera a ella como “perrillo” puede que no haya sido una gran sorpresa para esta mujer, pero no pudo haberle resultado agradable. Ella podría haberse escabullido por vergüenza o humillación, o haberse alejado enojada, pero pareciera que casi abrazó el insulto en un esfuerzo de aceptar lo que tuviera que recibir. Ella estaba verdaderamente consciente del hecho de que si Jesús respondía a su petición, no sería por quién era ella, sino por quién era Él. Aparentemente, su fe era lo suficientemente fuerte como para estar convencida de que incluso la más mínima demostración del poder de Dios era suficiente para satisfacer su necesidad.

Al presentarte hoy ante el Señor en oración, no tengas miedo de poner todas tus necesidades a sus pies. Míralo a la cara y consuélate con el hecho de que te ama y siente compasión por ti. No necesitas suplicarle ni convencerle del mérito de tu petición: Él es el Señor de todo. Así que haz tu pedido y ábrete a la posibilidad de recibir lo que sea que te esté dando.

Oración

Señor, sé que ves todo sobre mi vida. Conoces mi necesidad incluso mejor que yo y te preocupas por mí y todos los que amo, incluso más que yo. Ayúdame a deleitarme en ti por lo que eres y no solo por lo que haces por mí. Satisface mi necesidad Señor, de acuerdo con tu gran poder y misericordia. Amén.


Desesperado y Determinado | Devocionales Cristianos | ALTAR

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