Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar así mismo todas las cosas
-Filipenses 3:20-21
"Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él" (Colosenses 1:16).
Cuando conoces la lógica de Dios tu corazón comienza a ser transformado; por eso conviene entregarle el corazón golpeado, cansado y maltratado al Señor. La adoración es el punto de intersección donde tu corazón se encuentra con Dios. La vida eterna es conocer al Señor. Aunque los días sean difíciles, tenemos una ciudadanía celestial, no nos preocupemos tanto por la terrenal.
¿Quién es Dios en tu vida? ¿Es el que hace lo que tú quieres? Nuestro corazón se rompe cuando las cosas no salen como pensamos; nosotros somos la imagen de Dios, no Dios la imagen nuestra. En Lucas 17:20 Jesús responde una pregunta acerca del reino de Dios, y dice que está aquí. Los discípulos estaban alegres, muy emocionados, pero los fariseos le tildaron de mentiroso porque esperaban un reino militar; como ciudadanos de ése Reino es tiempo que conozcas la imagen de Dios y que seas la imagen de Dios para que no sigas otras fuentes de información que quieren engañarte respecto al día del Señor, el cual no avisará, pero todos nos enteraremos. Dios nos conoce, sabe todo de nosotros Salmo 103:14, Él conoce nuestra intención cuando ofrendamos, si lo hacemos solamente para obtener su recompensa o para darle gracias por lo que ya nos dio. Es tiempo que seas la imagen de Dios.
Como ciudadanos del reino de Dios nos corresponde conocer la imagen de Dios y ser la imagen de Dios
Como en los días de Noe “Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento…” Como en los días de Lot “Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban…” El pecado por el cual ellos fueron destruidos no se debía en sí a las actividades sino por dejar a Dios a un lado para ocuparse, entregarse a las actividades regulares de la vida dedicando el corazón y tiempo solamente a ellas.
En Lucas 16, en el relato del hombre rico y Lázaro, vemos claramente el resultado de tener el corazón solamente en las actividades regulares “…acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado”. No tendrás buenos resultados deseando tener más y alimentando una obsesión por lo que tienes. Es tiempo de ordenar prioridades porque en vez de ganar la vida, "a nuestra manera", la podemos perder. Necesitas saber ahora en qué lugar estamos rechazando a Jesús, en qué lo hemos hecho a un lado y más que preguntarte tanto acerca de los últimos días, te examines cuestionándote “en qué debo cambiar”.
Jesús ha vencido al mundo porque su Reino está aquí y está bien
Es tiempo de cuestionarnos. ¿Cuál es tu imagen de Dios? ¿Es solamente el que te provee? ¿Cómo puedo ser sacrificio vivo agradable a él? ¿Estoy solamente comiendo, debiendo, comprando…?
Conozcamos a nuestros enemigos para vencerles:
1. Satanás. Resístelo, ignóralo.
2. El mundo. Véncelo, pelea.
3. Tu vieja naturaleza. Mátala.
El Reino está aquí, comienza a caminar con él
Oración
Señor, entiendo que Tú has vencido al mundo, hoy contigo tengo un nuevo comienzo, ayúdame a administrar mi vida, poder construirla en Ti, gracias porque ella no es solamente comer, beber, vender y comprar; transforma mi corazón. La victoria que tanto anhelo está solamente en Ti. Me alineo a tu propósito, hoy te confieso con mi boca, te someto mis emociones y corazón, entrónate en él. Mi fin está asegurado contigo, cumple tu propósito en mi. Te entrego todo.
Amén.
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