Me deleito mucho en el Señor; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema, o una novia adornada con sus joyas.
- Isaías 61:10
Lleva todo lo que tienes a adorar a Cristo. En Mateo 2:1-2 Aparece el relato de cuando los reyes sabios fueron a Belén a adorar al Rey Jesús quien había nacido, ellos dicen: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Algo estaba apuntando al nacimiento de Jesús y el de una nueva persona en ti; hoy, de pronto, no es que todo esté mal, pero puede estar mejor, siempre hay alguna cosa para desechar, algo descompuesto de lo que debes deshacerte. Estamos pasando por tiempos similares a cuando Jesús nació, mucho movimiento político, pero algo nuevo venía en camino.
- En tiempos oscuros nosotros somos señales que anuncian el reino de Cristo.
Nosotros somos las estrellas de hoy que guiamos a otros hacia el nacimiento de Cristo en sus corazones, somos luces a quien Dios pone en alto, somos embajadores, señales de Jesucristo en la tierra. El apóstol Pablo nos hace el llamado de buscar las cosas de arriba. "Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria" (Colosenses 3:4).
- Cuando Cristo se manifiesta, sus hijos también
Concentremos nuestra atención en las cosas de arriba. ¿En dónde estás poniendo tu atención? ¿Quién o qué la está robando? Recuerda que Dios es celoso, que te creó para Él y por lo tanto, no te compartirá con otros "dioses", Él es el único verdadero.
Continuando con el apóstol Pablo, en los versos siguientes nos habla de dejar morir algunas cosas que nos impiden brillar como la estrella del Oriente anunciando el nacimiento de Cristo. "Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría. Por estas cosas viene el castigo de Dios. Ustedes las practicaron en otro tiempo, cuando vivían en ellas" (Colosenses 3:5-7).
- Aunque nada te puede separar del amor de Dios, hay cosas que te alejan de su corazón
La manera terrenal de ver las cosas, te impide participar de la realidad de Cristo en su totalidad. Deja morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal ya que has resucitado con Cristo, de esta manera te alejarás del castigo de Dios y no de su corazón. La única manera de brillar la encontramos en este mandato: "Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno. Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su creador" (Colosenses 3:8-10).
- No se puede brillar con ropa vieja
En estas afirmaciones del apóstol Pablo encontramos una serie de “faltas” (delitos) de los que debemos arrepentirnos, no cometerlos más ni practicarlos para que no seamos condenados por ellos. Dios es amor, pero también se enoja, se entristece y es celoso de lo suyo.
EL NUEVO TRAJE DE TRES PIEZAS
Para vestir un traje nuevo es necesario que te deshagas del traje viejo. Despójate de lo que ya no vestirás más. "En esta nueva naturaleza no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos. Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos" (Colosenses 3:11-15).
Puedes vestirte como quieras externamente, pero tu interior requiere un atuendo espiritual de estrella que brille para Dios.
- Vístete de Perdón.
El perdón es contrario al enojo. "El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos" (Proverbios 17:9).
- Vístete de Amor.
Da amor a los que les falta, a aquellos que rechazan porque no cumplen con los parámetros establecidos por el hombre. El amor ágape (griego) que traducido significa asado, es donde los ricos hacían banquetes para comer junto con los pobres. Entreguémonos por otros.
- Vístete de Agradecimiento.
Si no agradeces por lo que tienes, te será difícil tener más. Es fácil estar agradecidos cuando pasamos un fin de semana extendido muy relajados. Pero cuando nos enfrentamos a la realidad cotidiana, quehaceres y relaciones tóxicas, debemos recordar "Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él" (Colosenses 3:16-17). Honra al Señor tu Dios con todo lo que haces, ponte el traje de Cristo y comienza a caminar en un nuevo pacto con Él. La palabra de Dios es dulce, Él espera que la tuya lo sea también.
Oración
Gracias Señor, porque cuando Tú estás, la atmósfera cambia, comienzo a brillar y se siente tu calor que inevitablemente explota en amor ágape. Gracias porque siendo Dios te humillaste para olvidar mi pecado. Gracias porque tu amor va más allá de lo que yo puedo imaginar y tienes ropa nueva para mí.
En el nombre Jesucristo. Amén.
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